3 ene 2013

Cristabel: "Al bailar me siento libre, soy yo misma"

Cristabel no es una bailarina típica. Esta entusiasta del mundo árabe, además de ser profesora y bailarina de Danza Oriental, ha encontrado parte de su vocación en aprender y enseñar las Danzas de la Polinesia.

Complementa su formación con Danza Clásica, Tribal, Africana y Bollywood entre otras. Actualmente imparte clases en La Luna DescalzaD'Ambra Dance ProjectCasa Persa. Además, esta excelente bailarina forma parte de la compañía Saeeda Dance Group, donde sigue aprendiendo día a día con la gran maestra Ana Saeeda.

P. ¿Cuándo empezaste a bailar? ¿Por qué?

R.
Llevo bailando desde muy pequeña, creo que desde que tengo recuerdo. Siempre he tenido claro que bailar es lo que más me gusta de este mundo, así que he estado vinculada a la danza y a la música desde muy niña. Empecé con la danza clásica, hice algo de danza africana, estudié música (solfeo y guitarra clásica) y un día por suerte encontré la Danza Oriental, y hasta el momento no he dejado de bailarla.

P. ¿Qué te hizo acercarte a la Danza Oriental?

R.
Me siento muy atraída por la cultura árabe, por su música, arte, costumbres... De adolescente siempre me tatuaba los pies y las manos con henna, escucho música oriental a todas horas porque es la que más me gusta, preparo comida árabe en casa... Y la Danza Oriental me pareció mágica desde el primer momento que la vi. La primera vez que pude ver a una bailarina en directo (que de hecho fue mi primera profesora), me quedé tan cautivada y maravillada que se convirtió en algo sumamente importante en mi vida.

P. También bailas Danza Tahitiana, ¿qué razones te impulsaron a aprender esta danza?

R.
Descubrí este tipo de danza por casualidad. En una de mis innumerables tardes frente al ordenador viendo las grabaciones del espectáculo Bellydance Superstars vi el número de Danza Tahitiana que protagoniza Sonia. Me encantó, tanto el movimiento espectacular de caderas como la música, que sentía que me transmitía mucho. Al poco tiempo tuve la oportunidad de tomar clases, de ahondar más en esta danza, y siento que su lenguaje conecta mucho con mi forma de ser, con mi forma de expresarme. Es una danza que me hace sentir muy natural.



P. ¿En qué estilo te sientes más cómoda bailando?

R.
Es difícil elegir basándome en la comodidad. En realidad tiene más que ver con mi estado de ánimo. Cuando estoy más relajada y alegre me gusta bailar Danza Tahitiana porque me divierte muchísimo y me hace sentir muy bien.
Por otro lado, siento que la Danza Oriental entra más en mi ser, que saca cosas de mi que ignoraba que sentía. Es como si me "revolviera" en el buen sentido de la palabra, lo que es maravilloso porque lo identifico como una herramienta para conocerme más a mi misma.

P. Has tenido grandes maestros a lo largo de tu trayectoria artística, ¿quién dirías que ha sido tu mayor inspiración?

R.
Sin duda alguna, Ana Saeeda, que es mi actual maestra. Ella no sólo me ha enseñado pasos y una técnica muy pulida y única, sino que también ha hecho que sienta la danza desde el corazón. Ella me ha marcado profundamente desde la primera clase que tomé, pues fue como abrir una ventana y descubrir que el mundo era mucho más amplio de lo que pensaba.

P. Perteneces a la compañía 'Saeeda Dance Group', ¿qué es lo que más te gusta de estar ahí?

R.
El hecho de estar en la compañía es una de las cosas que más me gustan. Para mi es un privilegio, un honor y un placer que Ana haya confiado en mi para formar parte de su compañía y de este proyecto tan bonito que es Pure, el espectáculo que estrenamos hace unos meses.
Otro aspecto a destacar es que estoy aprendiendo muchísimo; la limpieza técnica y la complejidad de nuestras coreografías es más que notable. Además, el trabajo en grupo es totalmente diferente del trabajo como solista, y esto ha enriquecido mi danza.
Pero en especial me gustaría recalcar lo que para mi es lo mejor de estar en Saeeda Dance Group; el compañerismo y el buen rollo que siempre hay entre nosotras. Hemos formado una pequeña familia en la que todas nos apoyamos, nos ayudamos y nos queremos muchísimo.

P. Además de las actuaciones de la compañía, bailas como solista en distintos restaurantes de Madrid. Qué prefieres hacer, ¿bailar en grandes espectáculos, o de una forma más íntima, en restaurantes y actuaciones más pequeñas?

R.
Las dos opciones tienen sus ventajas. Cuando bailas en escenario tienes más libertad de movimientos al tener mucho más espacio, juegas con la luz, la escenografía... Bailar en restaurantes es muy divertido, pero sueles tener más limitaciones, en especial, de espacio.
Así que yo diría que me encanta bailar en restaurantes y actuaciones pequeñas porque me gusta la interacción con el público, me llena de energía y me divierte muchísimo, pero a la hora de realizar una actuación más compleja, con elementos y sin limitar mis movimientos, sin duda elijo un escenario.


P. ¿Cuáles dirías que han sido los mayores retos a los que has tenido que enfrentarte?

R.
En los últimos años han sido varios los retos importantes a los que me he tenido que enfrentar, salir de casa de mis padres e irme 1000 kilómetros más lejos sin un duro, fue uno de ellos.
Vivía en Alicante y decidí "abandonar el nido", no porque estuviera mal allí, sino porque soy muy independiente y estaba ansiosa de aventuras (Risas). Así que me fui a Oviedo a ver si me encontraba con alguna aventura. Y así fue, desde luego.
Otro gran reto fue venir a vivir a Madrid. Estaba dando clases muy a gusto con chicas encantadoras, pero necesitaba avanzar más en la danza, expandir mis horizontes, y Ana Saeeda me propuso entrar en su compañía así que me dije: "¡a Madrid voy!". Dejé mi trabajo y mis amistades de Oviedo y me propuse empezar de nuevo en Madrid. ¡Y aquí estoy!
Es posible que el mayor reto al que me haya enfrentado (en lo que a la danza se refiere) haya sido más interior. Fue el momento en el que decidí que me iba a dedicar plena y exclusivamente a la danza.
Es una decisión difícil pero sencilla en realidad. Tu mente dice: "estás loca" pero tu corazón dice: "¡adelante!" y como lo más sensato, según mi opinión, es escuchar al corazón... Pues aquí me tienes, dedicándome a algo que no sólo me gusta mucho, sino que es mi pasión, es mi vida.
Estoy orgullosa de mí misma por haberme atrevido a vivir mi sueño.

P. Además de la Danza Oriental y Tahitiana, ¿cuáles son tus aficiones?

R.
Me encanta leer, desde novelas hasta mangas. Aunque una de mis aficiones es un poco rara, ¡me divierte muchísimo estudiar japonés!

P. ¿Cómo te sientes cuando bailas?

R.
Me siento libre... Soy yo misma. No es que no sea yo el resto del tiempo, sino que al bailar todo se borra de mi mente. Ya no estoy en mi mente, sino en mi cuerpo y en mi corazón. Es como una profunda meditación en movimiento que me llena de energía y de amor.

P. ¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?

R.
Hay un pequeño proyecto que acaba de nacer estos días, pero como es muy muy reciente y está en pañales, prefiero guardármelo como mi pequeño secreto y revelar la sorpresa cuando esté más crecidito (Risas).
Como gran proyecto en mi vida siempre es avanzar, ser mejor persona cada día que pasa, aprender todo lo que pueda y ¡bailar siempre!

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